AGENCIAS
El guardameta de Cruz Azul, José de Jesús Corona, viajó este viernes a Cancún con una doble motivación: su reciente regreso con la Selección Mexicana y el festejo organizado por un grupo de aficionadas esta tarde por su cumpleaños 31.
El cancerbero tapatío acaparó los reflectores en la salida de la Máquina a Cancún para el encuentro contra Atlante de el sábado por la noche, al ser abordado por una gran cantidad de reporteros, y al final de las entrevistas por un grupo de seguidoras que le llevaron un par de pasteles.
"Estoy motivado y contento por el resultado (el triunfo 3-1 del Tri sobre Venezuela), por mi desempeño y también el de mis compañeros, yo creo que siempre es positivo buscar un resultado positivo en Selección", dijo el arquero tapatío.
Fue interrogado sobre una acción donde un delantero de la Vinotinto, al querer luchar todavía por un balón, le pasó el pie muy cerca del rostro cuando Corona se tendía al suelo para quedarse con el balón, para después reaccionar con cara de enojo pero controló sus emociones luego de incidentes previos que lo habían dejado fuera del Tricolor.
"Son jugadas que no pasan desapercibidas, se ve la intención del rival (de luchar por el balón) pero no pasa de eso, era importante mantener la calma", indicó Corona.
Reconoció que frente al Atlante será un partido muy exigente en cuanto a atención por la gran movilidad y peligro de los elementos de ataque de Potros de Hierro como el paraguayo Osvaldo Martínez y el peruano Andrés Mendoza.
"Atlante tiene jugadores muy peligrosos, es un equipo muy dinámico que se entiende muy bien, tiene buen trato con el balón y triangulan mucho, así que tenemos que estar muy atentos a todo ello", juzgó el arquero.
Al terminar las entrevistas, Corona recibió el minipastel de tres pisos de chocolate y a solicitud expresa de sus seguidoras le dio una mordida al pedazo del nivel superior y se le quedó en los bigotes para generar algunas risas entre el público presente.