El periodo de 1947 a 1956, por estadísticas y acontecimientos, es el más deslucido en los casi 100 años del Club América.
Los azulcremas se pasaron una parte de esta década batallando con todo tipo de factores para mantenerse en el Máximo Circuito, e incluso tuvieron varias marcas negativas, entre las que destacan sus rachas más largas de juegos consecutivos sin ganar (15), de juegos perdidos (6) y la peor derrota de su historia, por marcador de 2-9, contra Atlas, en la temporada 1946-1947.
Nueve entrenadores y cinco presidentes en tan sólo 10 años hablan de la inestabilidad que se vivía en el cuadro azulcrema en aquel entonces, aunque sobre el final de este lapso tendría algunos puntos positivos que cimentaron las bases para los éxitos que pudieron obtener en las décadas posteriores.
Sin lugar a dudas los sucesos más destacados del América en el periodo de 1947 a 1956 fueron los dos títulos de Copa conseguidos de forma consecutiva en las campañas 1953-1954 y 1954-1955, además del título de Campeón de Campeones en 1955, lo que le permitió lograr un doblete.
La Copa de 1954 representó, además, el fin de la sequía más prolongada sin títulos en la historia del Club América, misma que duró 16 años, desde que los Cremas ganaron la Copa México en la campaña de 1937-1938 hasta su segundo campeonato copero en la década de los 50.
Previo a esto, América libró el descenso en tres ocasiones durante la década, se alejó del protagonismo en el certamen nacional y no representó la grandeza y el abolengo que hoy presume su tradición.
Con ello, los azulcremas dejaron de ser un cuadro que apareciera en los primeros planos porque ya no se mantenían entre los equipos ganadores, incluso sufrieron económicamente pero, al parecer, todos los fracasos vividos en esta época únicamente alentaron a afición, equipo y directiva a unirse para revertir la situación y vivir algo diametralmente opuesto en el futuro.
