Pese al fuerte operativo de seguridad montado en el Estadio Azteca, la violencia se volvió a hacerse presente en el futbol mexicano, pues aficionados de Pumas golpearon a una familia americanista.
Todo sucedió en el estacionamiento del Coloso de Santa Úrsula, dónde un menor de edad mostró la frente inflamada a causo de golpes, así como algunos raspones.