Zinedine Zidane, crónica de un debut soñado

Zidane reparte instrucciones en San Siro
Zidane reparte instrucciones en San Siro
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AP
DANTE EMILIANO GARCÍA
| 28 Mayo, 2016

Zidane es un ganador precoz. Un competidor nato que duplicó su leyenda a los 43 años. El entrenador ideal de un Real Madrid que resucitó a media campaña para agigantar los blasones del club más ganador de todo el Siglo XX.

Apenas se mencionó su nombre y la ilusión brotó, el madridismo le arropó como a un niño y le confió una vez más el destino del cuadro blanco, ese equipo al que encandiló en Glasgow con la volea más grande de la que se tenga memoria.

Su experiencia en el máximo circuito era nula; aparecer en el banquillo, tras pasar la vida entera sobre la cancha, fue una transición compleja, pero el destino le premió dos veces y hoy le entregó una nueva corona que le consagra como inmortal.

Ganó el respeto con su simple presencia, y contagió al equipo con la mística argelina que mostró siempre en el juego; paso a paso llevó al Real Madrid al lugar donde más disfruta estar: la disputa por la Orejona, ya conquistada once veces.

CR7 y Zidane dialogan sobre el campo

CR7 y Zidane dialogan sobre el campo|AP

Zizou fue entrenador con alma de futbolista, y aunque no saltó a la cancha se inmiscuyó al cien con su plantilla, que volvió a creer y a crecer, para llegar sin escalas a Milán con el título como único objetivo.

El también Campeón del Mundo hizo sentir a cada uno de sus pupilos como si fueran Galácticos;  aunque se acabó la ilusión en Liga, y la Copa quedó en el camino, les devolvió el espíritu guerrero que hacía falta a la magia.

A menos de 15 años de haber conquistado la Champions como futbolista, Zidane repitió la hazaña. Se convirtió en el primer francés en tener un idilio con la Orejona, y el octavo estratega en coronarse en su primera Champions League. Así se consagró en la crónica de un debut soñado, ese que sólo espera a los más grandes de la historia.

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