Un vistazo al Museo del Futbol Alemán

Así luce una de las salas del Museo del Futbol Alemán
Así luce una de las salas del Museo del Futbol Alemán
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CÉSAR HERRERA
CÉSAR HERRERA | DORTMUND
| 02 Dic, 2015

El futbol alemán tiene demasiada historia, demasiados éxitos y leyendas como para no ser, todos, presumidos. Desde hace unas semanas, Dortmund alberga un recinto único en el planeta, que en cada rincón eriza la piel con el pasado, presente y legado de la ‘Mannschaft’.

El Deutsches FussBall Museum (Museo del Futbol Alemán) aprovecha los recursos del equipo Campeón del mundo y de la tecnología de punta germana para entregar a sus visitantes una experiencia memorable, que tiene como protagonistas a los trofeos, las playeras, las botas, las piezas con las que se ha escrito la leyenda de las conquistas teutonas.

Así luce la sala de Brasil 2014

Así luce la sala de Brasil 2014|CÉSAR HERRERA

El balón con el que se consumó el milagro de Berna, en 1954, es el actor central de la sala inicial, que repasa la primera vez que Alemania alzó una Copa del Mundo. Eso sólo es el inicio: de Beckenbauer a Matthaus y de Munich a Roma, la colección que recorre el periodo entre los títulos de 1974 y 1990 es exquisita, incluido un pequeño ‘altar’ que hace los honores al mítico ‘Kaiser’ y su número ‘5’.

El salón que rinde tributo a la corona de Brasil 2014 se vale de una moderna proyección 3D para recordar, paso a paso, cómo el equipo de Joachim Low llegó a la cita del Maracaná. Los botines del gol de la Final de Mario Gotze, la casaca del récord de goles en Mundiales de Miroslav Klose, el banderín que Leo Messi intercambió con Philip Lahm, por mencionar algunas piezas, recrean ese camino.

El museo, por supuesto, tiene una gran joya. En realidad son siete: los trofeos de Campeón Mundial (una Copa Jules Rimet y tres Trofeos de la Copa Mundial de la FIFA) y de Campeón de Europa (tres copas Henry Delaunay), colocados en sencillas vitrinas en una sobria sala que provoca emoción con apenas asomarse.

El recinto también aprovecha para repasar la historia de la Bundesliga, sus clubes y sus estrellas y, como en todo el museo, apela a la precisa y sorprendente interacción multimedia para desvelar los detalles por contar.

Alemania, como un Campeón mundial que se precia de serlo, ha levantado en pleno reinado un ejemplo a decenas de selecciones del orbe: honrar la historia de quienes la han hecho leyenda y poner ese legado al alcance de la afición.

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