La pegada de 2-1 del Mónaco sobre el Tottenham, derrumbó el sueño del equipo inglés y garantizó la primera posición del Grupo E de la Champions League.
Los de Leandro Jardim aguantaron bien el control del partido que ejercieron los Spurs, que fue debil y sin peligro, al tiempo que mostraron ser peligrosos con su futbol vertical.
Y eso que a los 6 minutos el atacante surcoreano Son estuvo a punto de adelantar a los ingleses en un mano a mano con Subasic que resolvió sin ideas.
Parecía que el Tottenham podía aspirar a llevarse del Principado una victoria que era el único resultado que le garantizaba la clasificación, pero la jugada fue un espejismo.
Falcao, que todavía no parece haber dejado todos los problemas físicos de lado, falló a los 10 minutos un penalti que hubiera allanado el camino de los locales; el héroe de esa acción fue Hugo Lloris.
El partido se aceleró a la vuelta del descanso. No habían pasado tres minutos cuando Mendy, el lateral izquierdo, se internó por su banda hasta el borde del área y puso un balón colocado para que Sidibé lo cabeceara a las mallas sin necesidad ni siquiera de saltar.
El gol colocaba un coloso frente al Tottenham que, sin embargo, vio cómo 3 minutos más tarde el árbitro pitaba un penalti dudoso de Glik sobre Alli que Kane se encargó de transformar.
Cuando parecía que el partido se reactivaba, el Mónaco sacó de centro y, en la jugada, Sidibé se internó por la banda y centró para que Lemar cruzara el balón a la red de Lloris.
Apenas habían pasado 39 segundos desde el tanto de los Spurs, que volvían a verse obligados a la gesta para preservar sus opciones europeas. Lejos de inquietar, los ingleses dejaron más espacios en su defensa y solo las buenas actuaciones de Lloris evitaron que los monegascos, en particular Falcao, agrandaran el marcador.