En partido de clasificación para el Mundial de Rusia 2018, Malasia enfrentó a Arabia Saudita y el árbitro suspendió el partido por lanzamiento de bengalas al campo de juego, por parte de los aficionados malasios.
Ya con el encuentro 2-1 a favor de los saudíes, los seguidores se manifestaron, ya que estuvieron en descontento por una nueva derrota de su selección, que en días anteriores perdiera 10-0 contra Emiratos Árabes Unidos.
Los aficionados habían amenazado con interrumpir el juego por la humillante derrota sufrida. La policía local detuvo a once personas por el incidente.