Real Madrid ganó por 0-1 al Sevilla con un gol de Karim Benzema y, en un choque en el que se empleó con mucha más intensidad y fue superior a su rival, se impuso con autoridad en el Sánchez Pizjuán, con lo que se redime y cierra la 'herida' que parecía que se le había abierto tras perder en París.
El choque comenzó eléctrico, con ritmo por parte de dos equipos que, a priori, salieron con gran peso atacante. El Real Madrid, mucho más intenso, implicado y metido en el partido que en sus últimos compromisos, lo que le demandó abiertamente su técnico. Parece que el 'grito' de advertencia del francés surtió efecto.
En ataque, el galés Gareth Bale, muy activo por la derecha, y el galo Karim Benzema se ofrecieron siempre a sus compañeros, pero no hubo demasiadas ocasiones de gol. El centro del campo monopolizaba el juego, la presión y el mayor despliegue. El primero que avisó fue Benzema, al cabecear fuera un córner a los 6 minutos.
Los pupilos de Zidane estuvieron a punto de adelantarse en dos buenas ocasiones, un tiro del belga Eden Hazard en el 34 tras robar el balón Benzema al brasileño Fernando y otro, desde la derecha, de Carvajal, pero el meta Tomas Vaclík salvó a los suyos y se llegó al descanso con 0-0 y muchas mejores sensaciones en los merengues.
En la reanudación, con los madridistas heridos en su orgullo, lo que se percibió por su concentración, su fuerza en las disputas y su empuje para irse arriba en busca del gol, sobre todo por medio de su trío atacante y sus carrileros, apenas varió el panorama.
Sevilla, ni llegaba arriba con claridad, ni frenaba el ímpetu madridista ni fabricaba ocasiones, lo que facilitaba mucho las cosas a los merengues, que, en su cuarta oportunidad de peligro, recogió el premio a su insistencia, sus ganas y su mejor juego a los 64 minutos, al cabecear Benzema, de forma inapelable, un centro certero de Carvajal tras internarse magistralmente en el área.
Tras el mazazo, y ya con Óliver Torres en el campo por el Mudo Vázquez y después con el mexicano Chicharito Hernández, con pasado madridista, al sustituir a Jordán, el Sevilla lo intentó, pero continuó con las ideas nubladas en ataque y, salvo en un cabezazo fuera de De Jong a centro de Ocampos, apenas asustó al Real Madrid.
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Al contrario, el equipo de Zidane, bien plantado y muy implicado y serio siempre, se encontró ahora aún más cómodo con su ventaja.
Su técnico, además, reforzó el medio campo con el uruguayo Fede Valverde por James y el paso de los minutos fue condenando cada vez más a un Sevilla impotente e irreconocible, si bien le dio un pequeño susto a los madridistas al marcar a 3 minutos del final y en fuera de juego Chicharito, tras desviar un tiro de Nolito, con lo que el árbitro anuló el gol.
Al final, en lo que fue la tónica de todo el choque, el equipo de Nervión exigió muy poco en ataque a un Madrid que, con otra actitud, más intensidad y con un juego inteligente, se puso el mono de trabajo, pudo lograr el 0-2 por medio de Bale y despejó todas las dudas en un feudo hasta ahora 'maldito'.