España buscará refrescar sus vitrinas con un nuevo título y la clave está en la juventud de sus jugadores. Desde la Eurocopa 2012, no ha conseguido un campeonato y la Nations League les presenta una oportunidad para volver a la gloria, aunque Francia hará lo posible por limpiar su imagen tras caer en Octavos de la Euro contra Suiza.
El 2012 deslumbró como el último año dorado del conjunto ibérico, pues desde ese entonces hasta la fecha sólo han registrado fracasos en su historial como el haber quedado subcampeones en la Confederaciones del 2013, haber sido eliminados en la primera ronda del Mundial Brasil 2014.
También se despidieron de dos competencias apenas en los Octavos de Final: la Euro 2016 y la Copa Mundial Rusia 2018, sin olvidar mencionar que fueron descalificados del Final Four en Nations League 2019 y aun año después, su mejor resultado fue haber sido eliminados de la Euro 2020 en las Semifinales a manos de Italia, que a la postre se convirtió en campeona.
Todos estos procesos sólo los ha vivido un jugador de la actual plantilla: Sergio Busquets, quien esta vez estará acompañado de un vestidor que promedia apenas los 24 años y 336 días de edad, con 10 futbolistas menores de 25 años y con una media de 18 partidos a nivel selección, sólo Koke y el propio Busquets son los más veteranos al rebasar las 50 apariciones.
En la otra cara de la moneda aparece una experimentada escuadra gala con un promedio de edad de 27 años y 66 días, con 16 jugadores de 25 o más años y en total cuentan con una media de 35 participaciones con el representativo nacional.
Incluso, a diferencia de España, Francia tiene a cinco elementos que tienen en su bolsa más de 50 partidos con selección: Hugo Lloris, Raphaël Varane, Paul Pogba, Antoine Griezmann y Karim Benzema, por lo que Didier Deschamps podría aprovechar esta experiencia de sus dirigidos para poder salir avante de esta contienda.