El Tottenham Hotspur, gracias a un solitario tanto del delantero inglés Harry Kane, se llevó el derbi del norte de Londres número 182 tras derrotar en Wembley a un insulso Arsenal (1-0), que ve cada vez más lejos la posibilidad de disputar la Champions League la próxima temporada.
Los primeros 45 minutos fueron flojos, con el Tottenham llevando el peso del partido y los visitantes replegándose bien atrás para intentar cazar alguna contra del velocísimo Auba.
La única ocasión con ligero peligro en la primera mitad la tuvo Kane fue a los 26 minutos, con un remate de cabeza en el área pequeña a centro de Eriksen que incomprensiblemente se marchó por encima del travesaño.
Marró su primer testarazo pero no el segundo. En el minuto 49, sólo cuatro después de volver de vestuarios, el '10' consiguió derribar la férrea barrera defensiva de sus vecinos y subir el 1-0 al electrónico de Wembley. El punta inglés superó en el salto a Koscielny y remató, impecable, un milimétrico centro desde la izquierda de Davies y alojó la redonda en el fondo de la portería de Cech.
Los de Pochettino estuvieron a centímetros de dejar el choque visto para sentencia instantes después, cuando, en una jugada calcada, aunque esta vez con un centro de Trippier desde la derecha, Kane se sacó un testarazo que pasó lamiendo el palo de Cech.
Entre medias, el único lanzamiento a puerta de los de Wenger, invisibles y totalmente superados en el segundo tiempo. En el minuto 67 fue Wilshere el que probó a Lloris con un disparo desde el balcón del área que el portero francés atrapó fácil.
Los cambios del estratega francés no despertaron a los suyos y ni Lacazette, que entró por Mkhitaryan, ni Iwobi, que reemplazó a Elneny, lograron cambiar la suerte del encuentro.
Pese a las innumerables ocasiones de los de casa, y al susto final de Lacazette, quien, con el tiempo cumplido, le ganó la espalda a Davinson y disparó fuera, el marcador no se volvió a mover y el Tottenham se llevó una importante y merecida victoria que lo coloca momentáneamente tercero en la tabla y condena, salvo milagro, al Arsenal a disputar la Liga Europa la temporada que viene