El Real Madrid está cada vez más cerca de levantar su segundo título de la temporada (tras la Supercopa) y, al parecer, no habrá ningún equipo que se lo impida. El gran momento de forma de los blancos y el subidón después del partido, entre semana, contra el Chelsea se vieron reflejados en el triunfo ante el Getafe (2-0).
Ancelotti decidió dar descanso a Luka Modric y a Toni Kroos y plantó en el centro del campo a Camavinga, Casemiro y Valverde. En la primera parte, a pesar de la defensa bien parada del Getafe, el conjunto blanco dominó en presión y posesión. Benzema vio puerta muy pronto, al minuto cuatro, aunque el gol fue anulado por fuera de juego.
Al minuto 38, Vinicius puso un centro perfecto con el exterior que Casemiro terminó rematando de cabeza. El extremo brasileño sigue engrosando sus números, pues esta temporada ha participado en 29 goles (17 tantos y 12 asistencias).
En la segunda parte, una gran combinación entre Lucas Vázquez y Rodrygo provocó que el brasileño le devolviera un pase que Vázquez terminó rematando en la red con la zurda.
Al minuto 76, Carletto sustituyó a Karim Benzema por Gareth Bale, que no jugaba en el Bernabéu desde el 26 de febrero de 2020 ante el Manchester City, y el madridismo le recibió con una pitada espectacular. Parecía que se caía el estadio, e incluso le siguieron pitando cada vez que tocó el balón.
Sólo quedan siete jornadas en la Liga española, pero a este Madrid no hay quien lo pare.
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