En el Parque de los Príncipes, Real Madrid no logró ningún disparo entre los tres palos de la portería defendida por su excompañero Keylor Navas, algo que no sucedía desde la temporada 2003-2004 en Champions League.
El conjunto español, que acabó vencido ante el París Saint-Germain por 3-0, firmó su primera derrota en un debut en la máxima competición europea desde 2006, donde lo hizo también en Francia, frente al Lyon.
En ocho ocasiones dispararon los madridistas, pero en ningún caso lograron ajustar el tiro a la portería.
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Dos veces lo hicieron, e incluso lograron marcar, pero el árbitro anuló los tantos.
El primero lo consiguió Gareth Bale, pero la ayuda del VAR llevó al árbitro a rechazar el gol al considerar que el galés se había ayudado con la mano.
En la segunda mitad el autor del gol fue Karim Benzema, pero el árbitro asistente levantó el banderín al considerar que Lucas Vázquez, que venía de posición de fuera de juego, interfirió en la acción.
