Fue en 1984 cuando Diego Armando Maradona llegó al Napoli, por entonces un modesto club de Italia. En esta ciudad empezó un amor que no tuvo límites y que, seguramente, durará por siempre. Su paso por Nápoles lo marcó para toda la vida, para lo bueno y para lo malo. Llegó siendo hombre y se marchó siendo un Dios.
Lo que se vive en este sitio con 'El Diez' no se encuentra en ningún otro lugar. Cada uno de sus rincones recuerdan a Maradona. Murales con su rostro, banderas de Argentina, souvenirs del Diego cada dos pasos... No se entiende Nápoles sin Maradona, una devoción que sigue viva hasta el día de hoy. Todos los napolitanos hablan de Maradona. Es el pan de cada día.
Para quienes aman el futbol, ésta es una visita obligada. El recuerdo del astro argentino está presente en cada una de las esquinas de la ciudad, pero nadie mejor que el hijo napolitano de Maradona llamado Diego, como él, para hablarnos de su padre y para explicar por qué existe esa locura en esta ciudad donde el Pelusa se percibe más vivo que nunca.
“Las personas que se han perdido esta hermosa ciudad se han equivocado muchísimo, es la ciudad más linda del mundo. Para mí es un gran orgullo que la gente se acuerde de mi 'viejo' porque fue el más grande”, explicó el hijo del astro argentino justo después de un partido del Napoli United al que asistió RÉCORD.
Diego Jr es entrenador de este equipo de la quinta categoría italiana. Para él, la euforia en Nápoles sólo se explica por todo lo que su padre le dio al club durante los siete años que jugó en Nápoles.
“Mi papá nos dio alegrías, nos dio Scudettos, nos dio futbol. Nosotros los napolitanos estamos tan enganchados con el fútbol gracias a él”, finalizó.
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