Michel Platini, presidente de la UEFA durante la adjudicación del Mundial 2018 a Rusia, habría recibido de un oligarca ruso una obra de Pablo Picasso, según informaciones de prensa que citan las escuchas telefónicas al exdirigente, que hizo público el martes una querella contra Gianni Infantino, presidente de la FIFA.
Las escuchas de 2017, reveladas por Mediapart el lunes en el marco de la instrucción abierta por la Fiscalía financiera nacional francesa (PNF) sobre la atribución de los Mundiales 2018 y 2022 durante el mandato de Platini en la UEFA, suscitan la duda sobre el dirigente francés de 66 años.
Este último reconoció en una conversación con su mujer haber recibido un "cuadro" de un tal "Ouchmanov", que podría ser, según Mediapart, el oligarca ruso Alicher Ousmanov, actualmente objeto de sanciones de la Unión Europea luego de la invasión de Ucrania por Rusia.
Según los diarios Le Monde y L'Equipe, el entorno de Platini reconoció el lunes que el dirigente había recibido una "litografía" de Picasso de parte de Ousmanov en 2016 por sus 61 años, y no un cuadro.
El martes, el antiguo dirigente de la Confederación europea contraatacó con otro caso, haciendo público una denuncia en París en noviembre de 2021 contra Infantino por "trafico de influencias activo" y contra Marco Villiger, antiguo director jurídico de la FIFA por "complicidad en tráfico de influencias activo".
El exnúmero 10 de los 'Bleus' se opone de manera pública desde hace varios años a Infantino y a su entorno, de los que sospecha que lo expulsaron de la carrera a la presidencia de la FIFA en 2015, alertando a la fiscalía suiza sobre un pago sospechoso de 2 millones de francos suizos (2,16 millones de dólares), realizado por la FIFA por orden de su presidente Sepp Blatter a la atención del francés en 2011, sin justificación por escrito.
Por este caso, Michel Platini y Sepp Blatter fueron acusados en Suiza en noviembre de 2021 por varios delitos, entre ellos fraude, y se encaminan a un juicio. Los dos hombres insisten en que se trata de un salario por un trabajo como consejero, que se remonta al periodo 1999-2002.
Elegido en 2016 a los mandos de la FIFA, Infantino es objeto desde julio de 2020 de un proceso penal en Suiza por "incitación al abuso de autoridad", "violación de secreto oficial" y "obstrucción a la acción penal".
