“I'm Forever Blowing Bubbles”: El histórico cántico del West Ham cada que salta a la cancha
El West Ham United, nuevo equipo de Guido Rodríguez, cuenta con una tradición única que distingue sus partidos de local, las burbujas que vuelan por todo el estadio mientras los jugadores saltan al campo. Esta costumbre es acompañada por la icónica canción “I'm Forever Blowing Bubbles”, un cántico que los aficionados del club londinense han hecho parte de su identidad desde hace casi un siglo.
La historia de dicha canción se remonta a 1918, cuando fue estrenada en Broadway. Pocos años después, fue adoptada por los ‘Hammers’, creando un vínculo con el equipo que se mantiene hasta hoy. La conexión nace de un equipo escolar de Londres, donde jugaba Billy J. Murray, apodado “Bubbles” por su parecido con el niño que aparecía en una famosa pintura usada para promocionar jabón en Inglaterra.
El entrenador de Murray comenzó a cantar “I'm Forever Blowing Bubbles” cuando su equipo ganaba, para aquel entonces la melodía ya era bien conocida en Reino Unido. Esta costumbre se trasladó al West Ham United, debido a la amistad del entrenador con varios jugadores del club. Poco a poco, la canción fue adoptada por la afición, convirtiéndose en un símbolo de identidad para los fans.
Hoy en día, cada vez que el West Ham juega en casa, más de 60 mil aficionados entonan su querida canción mientras miles de burbujas flotan en el aire, creando un ambiente inigualable. A diferencia de otros himnos que hablan orgullosamente de la grandeza, este himno huye y se aleja de la gloria, al contrario, abraza y acepta la derrota como parte de su historia. “Vuelan tan alto que casi llegan al cielo. Luego, como mis sueños, se desvanecen y mueren”, son algunos de sus versos principales.
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