Dani Alves ha sido declarado culpable de una violación hacia una mujer en diciembre de 2022 y se le ha condenado a 4 años y 6 meses de prisión, una sentencia que ha sido celebrada por las feministas españolas que buscan hacer valer sus derechos.
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La Ley Sí es Sí es la que ha permitido que Alves pague su condena en prisión sin derecho a fianza, pues la ley marca que se pague el contacto sexual sin consentimiento de alguna persona involucrada, acto del cual fue declarado el exjugador de equipos como Barcelona, Juventus, PSG y los Pumas de la UNAM.
Tras la revelación de la sentencia al brasileño, Ione Belarra, parte del movimiento feminista en España, secretaria general de Podemos y diputada de aquella zona del mundo, celebró que la justicia fue clara y condenó sin piedad alguna al exfutbolista.
"Para valorar brevemente la sentencia a Dani Alves, básicamente nosotras pensamos que simplemente hace unos años este caso hubiera caído en la total impunidad. Todo el mundo sabe que un agresor sexual rico y famoso se habría ido completamente de rositas y pensamos que todo lo que ha pasado con este caso es un triunfo del feminismo y de las políticas feministas como la Ley Sí o Sí.
"Gracias a ese trabajo y al impulso de la sociedad española hoy tenemos una sentencia y, además, se dice claramente que por lo que se juzga y condena es por un acto sexual sin consentimiento. Así que, queríamos dar las gracias por su trabajo a las feministas y a la sociedad española que ha puesto el consentimiento en el centro y que ha permitido que hoy tengamos sentencias como esta", declaró Balerra.
Cabe recordar que, Dani Alves fue detenido a finales de enero de 2023 en Barcelona, cuando viajó de México, con permiso de Pumas, a España para el velorio de su suegra, pero terminó detenido por las autoridades tras ser denunciado por presenta violación a una joven en el bar Sutton la noche de Año Nuevo.
Tras 13 meses encerrado, y con varias veces negándole la libertad condicional, Dani Alves fue encontrado culpable tras dos semanas de audiencia, y la sentencia es de cuatro años y seis meses, además de una indemnización de 150 mil euros para la víctima.
Cuando el brasileño cumpla su condena y salga en libertad, tendrá que pasar por una libertad vigilada de 5 años, y está prohibido tener cualquier tipo de contacto con la víctima por nueve años más, además de estar distanciado a mil metros de la denunciante, quien durante todo el caso se mantuvo en anónimo por su seguridad.