El duelo entre Sporting Lisboa y Benfica fue interrumpido luego de que la afición local lanzara bengalas al terreno de juego, obligando al guardameta local, Rui Patrício, a alejarse de su arco.
Lo que estaba en juego en el partido era palpable en el estadio, con un ambiente que hacía recordar a una noche de Champions, sin que dejaran de sonar los cánticos por parte de ambas aficiones.
Sin embargo, mientras se entonaba el himno del Sporting, una multitud de bengalas cayeron sobre la portería verdiblanca y se detuvo el protocolo para poder retirar los cohetes.
Instantes después, se reanudó el duelo en el que Leones y Águilas empataron, regalando el título de Liga al Porto.