Casi un año más tarde, Boca Juniors regresará al Estadio Monumental por Copa Libertadores, después de aquel incidente donde el autobús de los Xeneizes fue apedreado por pseudoaficionados de River Plate.
El más reciente encuentro del Superclásico por la Superliga Argentina hace menos de 30 días, en el cual la lección de aquel día fue aprendida pues ningún incidente se presentó y así se espera que suceda para la Ida de la Semifinal de este martes por la tarde.
Por la Jornada 5 de la Superliga Argentina, el 1 de septiembre, River Plate y Boca Juniors se encontraron en el Antonio Vespucio Liberti, con la accidentada Final de Vuelta de la Copa Libertadores como más reciente antecedente.
River, Boca, el futbol argentino y la ciudad de Buenos Aires no se podían permitir un nuevo incidente, por lo que prepararon un operativo con meses de anticipación.
El primer gran cambio llegó con el traslado de responsable en la seguridad, pasando de la Gendarmería y Prefectura a la Policía de la Ciudad, quien otorgó más de mil efectivos para el partido liguero. Agentes de la Agencia Gubernamental de Control, la Dirección de Espacio Público y el Control de Tránsito se sumaron a los esfuerzos.
Todos los ojos estaban puestos sobre la esquina de Lidoro y Libertador, aquella donde se dio el incidente. Aficionados fueron relegados de las calles antes de que el camión de Boca Juniors, ahora blindado, pasara rodeado de decenas de elementos de seguridad en patrullas, exentando de esta forma cualquier percance, así como el resto de la tarde que terminó con un River Plate 0-0 Boca Juniors.
Se espera que estos mismos métodos sean retomados para la Semifinal de Ida de la Copa Libertadores de este martes, para dejar así definitivamente el trago amargo de la Final del 2018, que dejó mal parado al balompié argentino en más de un sentido.