Manchester United se dio un festín a costa del Istanbul Basaksehir (4-1) y vengó su derrota de la ida liderado por un genial Bruno Fernandes.
El portugués hizo un golazo para inaugurar el marcador y luego aprovechó un error gravísimo de Gunok, el portero del Basaksehir, para ampliar la ventaja y dejar el encuentro a punto de caramelo. Redondearon la victoria Marcus Rashford de penalti y Daniel James, y para los turcos marcó Deniz Turuc.
El United, que venía de sufrir un batacazo en Estambul hace un par de semanas, se tomó mucho más en serio el encuentro, se olvidó de experimentos, como dejar a De Gea en el banquillo en la ida, y pasó por encima de los turcos.
Se adelantaron pronto y con mucha clase los Diablos Rojos. A la salida de un córner, el Basaksehir despejó en el primer palo y la pelota le cayó fuera del área a Bruno Fernandes, que la enganchó directa a la escuadra.
Un auténtico golazo para desencadenar el torrente de goles que llegaría en esa primera parte. El propio Fernandes se aprovechó de una terrible cantada de Gunok, que dejó escapar la pelota tras un centro de Alex Telles fácil, para hacer el segundo. A puerta vacía, Fernandes empujó y dejó el partido visto para sentencia.
No le costaría mucho más, porque pasada la media hora un pelotazo desde la defensa terminó con Rashford derribado dentro del área y el árbitro señalando penalti.
Fernandes se adueñó del balón, buscando el 'hat trick', pero se lo cedió a Rashford, que desde los once metros puso el 3-0 antes del descanso.
En la parte complementaria, a 15 minutos del final, el Basaksehir hizo el tanto del honor con una falta que convirtió Deniz Turuc para vencer a De Gea.
Aprovechando la ventaja en el marcador y teniendo en cuenta el apretado calendario europeo, Ole Gunnar Solskjaer dio descanso a jugadores como Rashford y Fernandes y el equipo amarró los tres puntos, marcando el cuarto en el tiempo añadido en un contraataque que culminó James.