Unos 6 mil 500 aficionados del Ferencváros asistirán el miércoles en Budapest al primer partido en casa del equipo húngaro -contra el Dinamo de Kiev- en la Liga de Campeones, pese al aumento de los casos en el país centroeuropeo en las últimas semanas.
Fuentes del club informaron este lunes que el Ferencváros tendrá que cumplir "una serie de estrictas reglas" impuestas por la UEFA, que incluyen que solo se puede vender un tercio del aforo total de su estadio, el Groupama Arena, con una capacidad total de 22 mil espectadores.
András Igaz, director de la agencia de comunicaciones del Ferencváros explicó en la televisión estatal M4 Sport que ya han comenzado a señalar "los 16 mil asientos que deberán permanecer vacíos".
El uso de mascarilla será obligatorio y el área del estadio estará divido en zonas, de las que la más protegida será la de los jugadores y personal técnico a la que solo podrán entrar ellos con con una prueba negativa al Coronavirus, explicó Igaz.
Los organizadores también asegurarán puntos de desinfección a los espectadores y repartirán mascarillas a los que llegan sin ella.
El Ferencváros, en el Grupo G de la Liga de Campeones, tiene previsto enfrentarse a la Juventus el 4 de noviembre y al Barcelona el 2 de diciembre en el estadio más grande del país, el Puskás Aréna, con una capacidad para 67 mil espectadores. Eso significa que si se aplican las mismas reglas, en esos dos partidos podría haber más de 20 mil espectadores. En Hungría los partidos de la primera división húngara pueden organizarse con público.