Benfica cumplió el trámite de vencer (2-0) al Dínamo de Kiev y tras la derrota del Barcelona en Múnich ha logrado el pase a octavos de final de la Liga de Campeones como segundo del Grupo E, por detrás del Bayern.
Un exjugador del Dínamo, Yaremchuk, abrió el marcador en el 15 y cinco minutos después el luso Pizzi sentenciaba la contienda con el 2-0 definitivo.
El jugador más desequilibrante fue, una vez más, el extremo Rafa Silva, mientras que Jorge Jesús, que fue silbado por la afición en los prolegómenos del partido, dejó en el banquillo al uruguayo Darwin Núñez.
Los primeros minutos fueron de desconcierto para los jugadores del Benfica, que vieron cómo en el minuto 7 su mejor delantero, Tsygankov, fallaba un gol a puerta vacía, tras una excelente jugada de Buyalskiy
Fue como una llamada de atención para los jugadores de Jorge Jesús, que se reactivaron a partir de ese momento, especialmente su extremo Rafa Silva.
En el minuto 10, Rafa se marcó una excelente jugada por la izquierda que sirvió para Pizzi en la frontal del área, pero el luso desperdició la ocasión tras disparar centrado a las manos de Bushchan.
Era el preludio de otra buena internada de Rafa Silva, que dio un pase de tiralíneas para que João Mário, dentro del área, sirviera hacia atrás para que el ucraniano Yaremchuk anotara el primer tanto.
Respiraba el Benfica, que con la victoria y un virtual empate del FC Barcelona en Múnich se veía en los octavos de la Liga de Campeones.
Cinco minutos después, regalo de la defensa ucraniana tras un mal despeje que deja el balón dentro del área para que Gilberto cruzara el esférico y anotara el segundo para "las águilas".
El Estadio da Luz enloquecía y saboreaba el pase a octavos cuando anunciaban en el minuto 33 que el Báyern de Múnich anotaba el 1-0 frente al FC Barcelona. Y los decibelios subieron aún más en el 42 con el 2-0 a favor de los alemanes.
Al descanso, el Benfica era segundo de grupo con 8 puntos, uno más que el Barcelona, al que con el triunfo de los encarnados sólo le valía la victoria.
En la reanudación, el Benfica salió mucho más conservador, y el Dínamo lograba alguna que otra ocasión, pero sin mayores complicaciones para el internacional griego Vlachodimos.
Ese fue el guión de toda la segunda parte, hasta que el colegiado alemán pitó el final y los portugueses lograban meterse en los octavos de la Liga de Campeones tras la derrota del Barcelona ante el Bayern de Múnich.
