El héroe de la noche en el Wanda Metropolitano fue Antoine Griezmann. No solo por el el gol que le dio el triunfo al Atlético ante su exequipo, la Real, sino porque durante todo el encuentro el francés creó peligro y buscó a toda costa marcar. Sin embargo, el arquero Rulli ahogó el grito de gol para los locales en varias ocasiones.
Los de Anoeta se plantaron con autoridad en el terreno de juego. Sin Carlos Vela como titular, la Real poco a poco fue complicándole el encuentro a los del Cholo.
Cuando jugaba mejor el Atleti, una falta dentro del area sobre Oyarzabal fue sancionada con la pena máxima. Willian Jose fue él encargado de cobrar desde los once pasos, el jugador de San Sebastián marcó el 1-0 y prolongó el buen momento que vive con su equipo.
Tras el penalti, los fantasmas de los pasados tres encuentros se hicieron presentes en el Wanda, que a pesar de la baja temperatura, los alentó todo el tiempo.
A pesar del gol, el conjunto local buscó el empate pero no lo consiguieron, pues en los tres mano a mano que fue exigido Rulli por Correa el portero salió victorioso.
Para el complemento los de Madrid controlaron el juego desde los primeros instantes y acorralaron a la escuadra visitante que esperaba el momento de liquidar el partido en un contragolpe.
Después de varias atajadas de Rulli, Filipe Luis pudo batir al arquero de San Sebastián con un disparo cruzado que emparejó los cartones. El gol de Luis activó al Atleti que fue en busca de más. La ansiedad llegó a Griezmann que pese a las grandes jugadas que hizo no lograba materializarlas provocando el enojo del francés que pateó en dos ocasiones el pasto.
Pero la historia no acabó ahí, pues cuando todo parecía que terminaría con un empate a un gol, el siete del Atlético envió el esférico al fondo de la red e hizo estallar el Metropolitano con el 2-1 final.