La posición neutral de Marruecos respecto a la crisis entre Qatar y sus países vecinos puede costarle el apoyo de Arabia Saudí a su candidatura para albergar el Mundial de 2026, según resalta la prensa del país magrebí, haciéndose eco de declaraciones de un alto responsable saudí.
El consejero en el Gabinete Real de Arabia Saudí (uno de los países enfrentados a Qatar), Turki Al Alacheij, dijo el pasado domingo en su perfil de Twitter: "Algunos han perdido el norte. Si quieres el apoyo, la guarida de los leones está en Riad, es el lugar del apoyo. Un mensaje del golfo (Pérsico) al océano (Atlántico)".
Diarios marroquíes como 'Ajbar al Yaoum' o 'Al Masae', interpretaron esas declaraciones como si fueran mensajes indirectos dirigidos a Marruecos.
Asimismo, el responsable saudí precisó en otro tuit que, en caso de que alguien pida a Arabia Saudí su voto para acoger el Mundial (la otra candidatura en alianza la integran Estados Unidos, Canadá y México), Riad protegerá, ante todo, su propio interés.
Además de su cargo en la Corte real, Al Alacheij es también presidente de la Autoridad General saudí de Deporte y de la Comisión Olímpica de su país, y jefe de la Federación Árabe de Futbol.
La semana pasada, Marruecos entregó oficialmente el dossier de su candidatura para organizar el Mundial de 2026 a la Federación Internacional de Futbol (FIFA).
Una inspección técnica de este organismo deportivo internacional visitará Marruecos en abril para dar el visto bueno definitivo a la candidatura, que, superado a este trámite, se enfrentaría a la de Estados Unidos, México y Canadá en una decisiva votación.
Esta votación tendrá lugar en el Congreso de la FIFA que se celebrará en Moscú en la víspera del inicio del Mundial de Rusia (13 de junio) y, por primera vez, cada federación nacional (207 en total, una vez descontadas las que presentan candidatura) contará con un voto para decidir la sede del torneo.
Los Estados que han roto relaciones con Qatar acusan a este pequeño emirato, con una política exterior muy activa, de apoyar el terrorismo internacional, concretamente de dar cobijo a unas 50 personas que esos países consideran "terroristas", aunque en esa lista se incluyen también nombres de clérigos y de periodistas.