En cuanto Checo Pérez se enfundó en el nomex azul de Red Bull la perspicacia brotó desde la parte más árida, rasposa y carente de talento. "Fue por patrocionio", gritaron algunos sin siquiera ver de lo que el mexicano era capaz abordo del RB16B.
Pero Sergio no escuchó esas voces y con la madurez que siempre lo ha caracterizado pidió cinco carreras para demostrar su talento. Y así lo hizo, no sólo subiendo al podio, sino ganando en Azerbaiyán.
A poco más de 10 meses de aquella victoria, Checo no pidió paciencia para domar al RB18, pues sabe lo que tiene y cómo debe manejarlo. Sin embargo, la suerte -ahora sí ha sido la suerte- no ha estado totalmente de su lado. Pero con la calma corre por sus venas, el mexicano sabe que la tercera es la vencida.
En las dos primeras carreras de 2022, Pérez Mendoza se perfilaba para cruzar la meta en el Top 3, aunque al final tuvo que beber un trago amargo y enforcarse en lo que sigue.
Bahrein significó una serie de problemas que derivaron en frustración para el equipo austriaco, pues ninguno de sus dos pilotos sumó, sobre todo Sergio, quien a una vuelta de ser tercero tuvo que abandonar.
Luego de ese mal pasaje, el tapatío escribió su nombre en las páginas doradas de la Fórmula Uno de nueva cuenta, pues por primera vez obtuvo la pole positión, durante el Gran Premio de Arabia Saudita.
No obstante, controlar con maestría el primer tercio de la carrera no fue suficiente, pues una precipitada entrada a boxes y un safety car retrasaron al mexicano hasta la cuarta posición, aunque ahora sí pudo sumar sus primeros 12 puntos.
Australia se ha renovado para tener después de tres años un fin de semana de la categoría reina, pues desde 2019 no había una visita de tal magnitud. Para Checo también debe de ser un punto de regeneración, pues la pelea entre Red Bull y Ferrari promete ser cruel y que el jalisciense produzca es esencial.
De nueve salidas en Melbourne, Pérez sólo ha terminado cuatro veces en el Top 10 y cinco más sin unidades. La madrugada de este domingo no puede ser así, pues Sergio es capaz de subir al podio y seguir siendo resiliente.