La policía arrojó gas lacrimógeno el viernes en el Puerto Viejo de Marsella tras otro brote de violencia de aficionados de futbol en la antesala del partido entre Inglaterra y Rusia por la Eurocopa.
Fue el segundo día seguido que las fuerzas de seguridad francesas debieron intervenir para sofocar desmanes. No se informó de heridos.
Cuando el gas se disipó, cientos de aficionados ingleses permanecían en el distrito histórico de la ciudad mediterránea, cantando y agitando banderas inglesas ante la mirada fija de los agentes anti disturbios.
Cuando una patrulla policial pasó por el sitio en horas de la noche, uno de los hinchas arrojó una botella de cerveza al vehículo.
La policía se abrió paso entre la muchedumbre para buscar a un hombre que vestía una camiseta de Inglaterra, esposándolo al llevárselo detenido.
Ahora, las autoridades francesas se alistan para lidiar con las decenas de miles de hinchas de Inglaterra y Rusia que estarán en la ciudad para el partido del sábado en el Stade Velodrome.