Para poder medir las extraordinarias distancias en el universo, para comprender la lejanía que tenemos de los cuerpos que vemos en el firmamento, la ciencia popular utiliza la medición en años luz, unidad de distancia que equivale a 9,460,730,472,580.8 kilómetros. Se calcula como la distancia que recorre la luz en un año, es decir, lo que recorrería un fotón en el vacío durante 365 días a la velocidad de la luz a una distancia infinita de cualquier campo gravitacional.
Así, la estrella más cercana a la Tierra, después del Sol, está a 4.243 años luz, ubicada en la constelación de Centaurus: Próxima Centauri. Pero la más brillante de todo el cielo nocturno terrestre, situada en la constelación del hemisferio celeste sur Can Mayor, es Sirio, que es más lejana, a 8.6 años luz de nuestra casa.
Sirio es más de 20 veces más resplandeciente que nuestro Sol, y más de dos veces más masiva, pero vivimos tan cerca del ‘astro rey’ que nos deslumbra como ninguna. Como un cerillo junto a un faro. La distancia transforma la percepción. Para conocer el brillo verdadero de una estrella, los científicos necesitan saber la separación que existe con nosotros; las más distantes están tan increíblemente lejos que medir sus distancias con precisión resulta difícil. Además, el espacio no está vacío, el gas y polvo cósmico pueden atenuar su luz.
Y así, a una distancia exorbitante, desmesurada, apreciamos el brillo de las estrellas con levantar la mirada en una noche despejada. Hoy, en el Aniversario 18 de RÉCORD, decidimos rendir tributo a aquellos deportistas que lejos de nuestro país lograron un resplandor tal que logramos reconocerlos a la distancia, a las conquistas que a pesar del trecho de separación, iluminaron nuestro firmamento, muestras de que aún en el alejamiento, como el que atravesamos por la contingencia sanitaria que sacude a nuestro mundo, se puede brillar. Así que, aún a la distancia, brillemos juntos.
LA PARADOJA DE LA DISTANCIA Y NUESTRO ALCANCE
Mientras los líderes mundiales buscan entre las posibles respuestas cómo supera el mayor reto que ha tenido la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial, al resto de los mortales nos ha quedado una tarea esencial: distanciamiento, mantener la separación necesaria para evitar la dispersión del virus. Vivimos alejados como nunca.
Esta renovada forma de pasar los días de contingencia representa una paradoja para RÉCORD en su Aniversario 18, pues nunca en su historia había estado tan cerca de los lectores, no había logrado tanto alcance desde su aparición en las calles mexicanas en 2002. Nunca.
Además de la inédita abundancia de impactos, este diario desarrolló más canales para estar en contacto, especialmente en redes sociales, donde se ha consolidado como la marca de más interacciones en el rubro deportivo. También creció en la oferta de opinión a la que te acostumbró desde la creación, sobre todo este año con la adición de un referente histórico en el periodismo de nuestro país, ícono vigente de la comunicación deportiva, principio y fin del debate que mueve la aguja de la tendencia: José Ramón Fernández, quien se sumó al grupo de columnistas más trascendente que cualquier medio de comunicación en México pueda tener. Es un honor.
El fulgor es más intenso 18 años después. Hoy se cumple una nueva vuelta al sol del resplandeciente medio de comunicación deportivo que rompió paradigmas desde 2002, que fue deslumbrando a propios y extraños con su estilo único, crítico, novedoso, atractivo, y que se adaptó al cambio social para poder seguir brillando, a la distancia, como nunca.
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