Juan Carlos Osorio afirmó la semana pasada: “La parte mental no es importante, es lo más importante. El que no esté motivado para jugar por México contra el campeón del mundo, para empezar, no merece estar ahí”. Y en efecto, la motivación es fundamental y, por lo tanto, propongo que exploremos qué recursos podemos practicar para utilizar con nuestra mente y dar nuestro mejor desempeño en la cancha.
Les comparto la importancia del lenguaje y de cómo nuestra forma de hablar y dialogar con nosotros internamente y con otros jugadores, es vital para conectar con el máximo potencial.
Escucho desde hace muchos años a los críticos de nuestra Selección Mexicana de futbol queriendo imponer el “ser realistas”. El ubicarnos y dejar de soñar.
Hay evidencia suficiente para saber que quienes hacen un deporte y tienen la concepción de poder ser campeones, generan un mejor autoconcepto. La imagen que uno tiene de sí mismo es la puerta que abre o cierra el potencial interior. Esto no es lo mismo que el pensamiento mágico de todo lo puedo, o que si lo pienso me va caer del cielo.
En realidad, el lenguaje es una de las herramientas más poderosas en la creación de lo que pensamos de nosotros mismos, el importante juicio de valor sobre las posibilidades de éxito. Además, alinea directamente la posibilidad de conectar recursos que ya tenemos.
Aquí algunos ejemplos: en vez de decir se me olvida, decir ahorita me acuerdo; en lugar de no me sale, lo voy a practicar; tengo mucha flojera, como que la energía me va llegando poco a poco; no entiendo cómo, estoy explorando alternativas para lograrlo; ese reto es muy difícil, cada día estoy más cerca de lograrlo.
Es sencillo entender que quien en el deporte piensa que no puede está limitando sus posibilidades de encontrar recursos para ganar.
¿Por qué el lenguaje es tan importante? Porque conecta el potencial y abre el camino a la posibilidad. A veces se utiliza en el argot popular “se achicaron”, lo cual describe que algunos jugadores llenos de recursos, no pudieron alcanzar su máximo nivel por falta de preparación mental.
El tema psicológico no puede desligarse de la disciplina y dedicación de quien hace un deporte. Por supuesto que el entrenar, el tener condición física y una táctica
adecuada sigue siendo parte de lo primordial. Lo psicológico no es lo único, pero es una piedra angular.
Queridos lectores, fomentemos un lenguaje positivo. Generemos un autoconcepto poderoso que nos haga ganadores. De esta forma el esfuerzo y la constancia se verán recompensados con un mejor resultado.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.