El año pasado, la Final de la Champions League entre Real Madrid y Liverpool se retrasó por los incovenientes de los aficionados para entras al estadio. Esta vez, la UEFA volvió a demostrar que no son los mejores en temas de logística.
Los aficionados que asistieron al Atatürk Olympic Stadium para ver el duelo entre Manchester City e Inter de Milan tuvieron que pasar por una serie de percances para entrar al recinto.
Fueron caminatas de más de cinco kilómetros en medio de autos parados, un incendio y filas de más de 500 personas para poder llegar a sus asientos para disfrutar la Final.
Aficionados del Manchester City se grabaron corriendo hacia el estadio y con temor de perderse parte del partido.
De igual forma, taxis locales elevaron exponencialmente sus tarifas, pues viajes de 10 a 15 libras esterlinas, los subieron hasta las 150 libras.
Esto se debió a que la UEFA le recomendó a los fanáticos que no utilizaran el servicio del metro para que no se abrumara de gente.