Antes de ser jugador profesional y entrenador, Miguel Herrera empacaba despensas y hacía lo que se pudiera en sus vacaciones.
Ahora, el estratega del Tijuana comparte cómo era su vida previo al futbol y lo que tiene en mente para su carrera como técnico.
¿Qué significa Xolos en tu vida?
Estoy muy contento, es un proyecto ambicioso y estamos trabajando muy bien. Vivimos felices en Tijuana.
¿A qué equipo le ibas cuando eras niño?
En realidad no le iba a ningún equipo, pero seguía a Cruz Azul y Atlante, finalmente me incliné por el Atlante.
¿A qué jugador admirabas cuando eras niño?
Mi admiración fue siempre por Miguel Marín.
¿A qué entrenador admirabas?
En ese entonces no sonaban tanto como ahora, me tocó una etapa donde estaba Roca, Cárdenas, Trelles, entre otros.
¿Cuál es tu estadio favorito?
Hoy en día hay estadios muy bonitos, como el nuevo de Monterrey, Omnilife, TSM, Estadio Azteca y a nivel mundial el Bernabéu y Maracaná por mencionar algunos, creo que son mágicos.
¿Cuál fue tu primer trabajo?
Trabajé como 'cerillo', empacando despensas para voceadores, estampando serigrafía en bolsas; lo que se pudiera en las vacaciones.
De las playeras que portaste como jugador, ¿a cuál le tienes más cariño?
A la del Atlante sin duda alguna, es una playera que uno se tatúa en el corazón.
¿Cuál fue tu primer viaje como futbolista?
Fue a Salina Cruz, Oaxaca, iba con los Cachorros de Neza, el estadio estaba como a 50 metros del mar, el aire se llevaba la pelota, pasaron cosas significativas en el partido.
¿De cuánto fue tu primer sueldo?
Creo haber cobrado dos mil pesos, sin que le quitaran los ceros de antes.
¿Cuál fue el primer auto que compraste?
Un Volkswagen 1967, más viejo que yo, lo compré con ayuda de mi esposa, nos fue dando batalla y cuando me tocó venderlo me dolió mucho.
¿Qué te gusta comprar?
Gasto en mi nieto y en mis mujeres, que son mi esposa y mis hijas. Me doy mis lujos, pero también me gusta ahorrar e invertir.
¿Qué sientes cuando te piden autógrafos o fotos?
Debo de ser recíproco, porque algún día de chamaco veía a gente que se tomaba fotos con los artistas o futbolistas, y yo quería eso. Siempre estaré dispuesto a atender a la gran afición que tenemos.
¿Alguna vez has llorado por el futbol?
Pocas veces, no soy tan ‘chillón’, el futbol me ha dado alegrías y tristezas, las cuales han sido amargas, un descenso no me dio para llorar, pero sí una amargura, igual los campeonatos con Monterrey. Trato de pensar en las que me dan mayor fuerza para seguir trabajando.
¿Qué te falta en el futbol?
Concluir un proceso de Selección que fue cortado por una mala decisión mía y una decisión apresurada por los federativos. Seguir con mis éxitos, brincar el charco, me gustaría dirigir en Europa.