Durante su época de oro, los espectadores podían pagar miles de dólares para ver una pelea de Julio César Chávez; sin embargo, habían dos personas que tenían la oportunidad de ver al Campeón gratis pero preferían no asistir a sus funciones.
El César del Boxeo contó que sus papás sufrián cada vez que subía a un ring, por lo que preferían no acudir a sus peleas, incluso su papá, Rodolfo Chávez, se enfermó de diabetes después de verlo herido ante Meldrick Taylor en marzo de 1990.
"Mi papá nunca fue a verme pelear, solo fue una vez a una de mis peleas y fue la primera contra Meldrick Taylor. Se salió de la arena en el octavo round por la chinga que me estaban pegando y por eso le dio diabetes, de la impresión y el susto de verme así", declaró Chávez en entrevista con Yordi Rosado.
Chávez también contó que su mamá nunca quiso que fuera boxeador y prefería quedarse en los hoteles donde se hospedaba.
"Mi mamá tampoco me vio pelear, la llevé a Las Vegas pero prefería quedarse en el hotel, nunca quiso que yo fuera boxeador", reveló.