Zlatan Ibrahimovic ha revelado los aspectos más íntimos de su vida privada y parte de su infancia en su nueva autobiografía 'Adrenalina, mis historias ignoradas', en donde toca detalles que desvelan su complicada personalidad dentro y fuera de las canchas.
El sueco parte de la muerte de su hermano Shapko frente a él a causa de leucemia y la relación con su padre y sus compañeros de escuela de donde intentaron expulsarlo.
"Cuando mi hermano Shapko murió de leucemia, me fui. Me estaba esperando, murió frente a mí. Mi padre no derramó una lágrima, al día siguiente fue al cementerio y lloró desde la mañana hasta la noche. Solo", compartió en su libro Ibrahimovic.
El atacante dio muestra de que su temperamento lo ha acompañado desde que aún era un niño, además de que señaló las diferencias físicas que lo distinguían del resto de sus compañeros en el colegio de Suecia.
"Era difícil y problemático. Nada más nacer, la enfermera me dejó caer desde un metro de altura. Toda mi vida ha sido difícil. Era el diferente en la escuela. Los demás tenían ojos azules, brillantes y una nariz normal. Yo era moreno, con una nariz grande. Hablaba diferente y me movía diferente.
"Los padres de mis compañeros firmaron una petición para expulsarme. Siempre me odiaron, y al principio reaccioné mal, me odiaron. Más tarde, aprendí a sufrir y a convertir el odio en fuerza", continuó.
Ibrahimovic también reveló como fue que se enemistó de Romelu Lukaku durante su estancia en Milán, después de que ambos fueran compañeros en el Manchester United.
Me peleé con Romagnoli y luego con Salemaker para proteger a mi compañero de equipo, y luego Lukaku comenzó a insultarme a nivel personal. Fue impactante, éramos compañeros de equipo en el United", compartió.
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