En un emocionante testimonio, Emilio Fernando Alonso, distinguido narrador deportivo, revela cómo un momento crítico puso su vida en la balanza, y el papel decisivo que jugó su esposa, Patricia, en salvarle. Un episodio que bien podría haber marcado un final, se convirtió en una historia de alerta, amor y gratitud.
Durante una velada en la Ciudad de México, Patricia detectó una señal preocupante en Emilio: un desplazamiento involuntario de su boca, similar a un tic nervioso, que le recordó a los síntomas previos que había visto en familiares afectados por derrames cerebrales. “Si no fuera por ella, yo no estaría aquí. Mi esposa es un pilar en mi vida, y aunque no me considero un gran hombre, tengo la certeza de que ella es una gran mujer”, confesó Emilio en una entrevista con RÉCORD.
El incidente surgió de imprevisto. “Estábamos cenando cuando Patricia notó mi extraño tic. Recordando la trágica experiencia de su madre, que sufrió dos derrames cerebrales, identificó de inmediato los signos de alarma. Intentó hacerme hablar, y aunque traté, mis palabras eran ininteligibles. Con impresionante rapidez, tomó la decisión de llevarme al hospital”, narró Alonso.
A pesar de la ausencia de dolor, Emilio era consciente de que algo no iba bien, sospechando inicialmente de un problema cardíaco. Sin embargo, gracias a la intervención oportuna de Patricia, se evitaron consecuencias mucho más graves.
Este suceso no solo destaca la importancia de la atención inmediata en situaciones de emergencia sino también el inquebrantable apoyo familiar. Alonso expresa su profunda gratitud hacia su esposa, cuya acción rápida y decidida le salvó la vida, demostrando el valor incalculable del trabajo en equipo, tanto en el ámbito deportivo como en la vida cotidiana.
Mirando hacia el futuro con renovada esperanza y gratitud, Emilio Fernando Alonso ve este acontecimiento como una segunda oportunidad de vida. “Creo firmemente en las segundas oportunidades. Este episodio me ha dado la posibilidad de valorar aún más la vida y mejorar en todos los aspectos. Junto a Patricia, con quien he compartido toda una vida desde nuestra infancia, miro hacia adelante con optimismo y amor”, concluyó.