En China, un operador de un depósito polvoriento tritura fotografías de recién casados para ayudar a sus antiguos dueños a pasar página y generar electricidad. Las fotos de bodas son importantes en China, donde las parejas gastan grandes sumas de dinero en instantáneas elaboradas para ilustrar su vínculo.
La empresa de Liu Wei se especializa en demoliciones y ofrece la opción de destruir físicamente fotografías de matrimonios que han terminado en divorcio.
Fabrica de China se dedica a destruir fotos de bodas
En China, el almacén de Liu Wei recibe diariamente entre cinco y diez solicitudes de destrucción de fotografías de personas vivas. Tanto grandes fotografías enmarcadas como pequeños álbumes son triturados en el recinto. Para preservar la privacidad de los clientes, los empleados tapan los rostros con pintura en aerosol y luego rompen el cristal con un mazo.
"A través de nuestra actividad, descubrimos que la destrucción de bienes personales era una oportunidad económica que nadie había detectado", explica el gerente, de 42 años, en su fábrica de Langfang, a unos 120 kilómetros de Beijing.
Liu Wei ofrece a sus clientes la oportunidad de presenciar la destrucción de sus fotografías como un cierre de un capítulo en sus vidas. Filma el proceso con su teléfono mientras las imágenes son trituradas y luego procesadas para producir electricidad. En China, la tasa de divorcios ha disminuido levemente desde que se estableció un "período de reflexión" obligatorio en 2021, con 2,9 millones de divorcios en 2022 frente a 4,3 millones en 2020.
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