El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el lunes que "el racismo es malo" y condenó al KKK (Ku Klux Klan), a los neonazis y a los supremacistas blancos como "criminales y matones", grupos que son "repugnantes para todo lo que apreciamos como estadounidenses“
El mandatario habló en la Casa Blanca después de reunirse con el secretario de Justicia, Jeff Sessions, y el director del FBI, Christopher Wray, sobre los actos de violencia que se registraron en Charlottesville, Virginia.
Una mujer murió el sábado pasado cuando un automovilista la atropelló a ella y un grupo de otros manifestantes que se opusieron a un contingente de supremacistas blancos durante una manifestación.
Trump fue muy criticado luego de que se abstuviera de señalar a ningún grupo en particular y en cambio recalcó que “muchos bandos” fueron los culpables de la violencia en Virginia. Aseveró entonces que “el odio y el racismo” evidente en el país ya existían mucho antes de su candidatura.
En esas observaciones, no identificó a los supremacistas blancos ni a ningún otro grupo de odio, incluso cuando los legisladores republicanos y otros en la Casa Blanca los condenaron por su nombre.
