Un juez boliviano ordenó que el exjefe militar señalado como responsable del intento fallido de golpe de Estado en Bolivia hace tres días sea enviado a una cárcel de máxima seguridad en las afueras de La Paz, en prisión preventiva mientras se investigan los hechos, informó el procurador general del país.
Tras una audiencia virtual, un magistrado de medidas cautelares ordenó prisión para el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y también para el excomandante de la Armada, el vicealmirante Juan Arnez, y para el oficial Edisión Irahola, indicó sin más detalles el procurador general de Bolivia, César Siles.
Son los primeros tres imputados de los 21 detenidos por su participación en el fallido golpe del pasado miércoles. La audiencia de los otros detenidos se realizará el fin de semana. Zuñiga debe enfrentar cargos de alzamiento armado y terrorismo que tienen penas de entre 15 y 30 años, explicó Siles.
Familias de detenidos son amenzados
También familiares de los detenidos aseguraron que habían recibido amenazas. Jimena Silva aseguró a las puertas del centro de detención que desde que su esposo fue arrestado recibió llamadas anónimas intimidantes.
“Se están metiendo con nuestros niños, con nosotros, porque nos dicen: 'hablan o dicen algo...'. Nos están cerrando puertas”, aseguró. Jimena, madre de tres hijos, espera llorando sentada junto a su madre y un hermano a las puertas de un centro de detención policial para ver si llegan noticias de su marido, Luis Domingo Balanza.
Balanza, un mando militar con más de 15 años, está entre los 21 detenidos después de un grupo de uniformados y vehículos blindados arremetieran contra el palacio de gobierno en lo que las autoridades consideraron un golpe de Estado fallido.
Varias familias visiblemente confundidas y ansiosas ante el centro de detención donde estaban sus parientes el viernes, recalcaban no saber nada en lo ocurrido el miércoles en la plaza Murillo, frente a la sede gubernamental. Insistían en que sus familiares estaban simplemente “cumpliendo órdenes” o ejecutando lo que les habían dicho que era un “ejercicio militar”.
Acusado guarda silencio
Las imágenes difundidas por la televisión de ese miércoles en Bolivia impactaron al mundo mientras un vehículo militar blindado arremetía contra el palacio de gobierno en La Paz, sede gubernamental del país, y después con la retirada de militares cuando el presidente Luis Arce se plantó ante el intento de golpe.
El abogado de Zúñiga, Stiven Orellana, dijo a The Associated Press que la fiscalía acusaba al mando militar de los delitos de terrorismo y alzamiento armado. Indicó que no podía dar más detalles del caso.
Alrededor de 200 uniformados formaron parte del despliegue militar, según dijo el pasado jueves el representante de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos.
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