El Papa Francisco apareció este viernes rodeado de niños pidiendo un mayor compromiso de los gobiernos para aunmentar la natalidad en Roma. El Sumo Pontífice también pidió decisiones serias y eficaces a favor de la familia.
"Sin hijos no hay esperanzas de futuro", alegó Francisco. Con una edad de media en Italia, el Viejo Continente se está convirtiendo cada vez más en un -paradójicamente- continente viejo, así en 2023, la natalidad en Italia llegó a su mínimo histórico con solo 379 mil nacimientos.
"Italia está perdiendo progresivamente su esperanza en el futuro, como el resto de Europa: el Viejo Continente se transforma cada vez más en un continente viejo, cansado y resignado", dijo el Pontífice en los "Estados Generales de la Natalidad", en el que políticos y personalidades reflexionan sobre una cuestión candente en el país.
El Papa también abogó por promover "una cultura de generosidad y de solidaridad intergeneracional"
"El problema no es cuántos somos en el mundo, sino qué mundo estamos edificando; no son los hijos, sino el egoísmo" que teje "malsanas interdependencias entre sistemas sociales, económicos y políticos" y las casas que "se llenan de cosas y se vacían de hijos, se convierten en lugares muy tristes".
Francisco aseguró que el problema del mundo "no es que nazcan niños" porque "no son ellos la raíz de la contaminación, del hambre, de la falta de recursos".
Bajo el punto de vista de Francisco, los problema son "las opciones de quienes solo piensan en sí mismos, el delirio de un materialismo desenfrenado, ciego y rampante, de un consumismo que, como un virus maligno, erosiona de raíz la existencia de las personas y de la sociedad".
Francisco comentó que "los hogares se llenan de objetos y se vacían de niños, convirtiéndose en lugares muy tristes". "No faltan perritos, gatos, estos no faltan, faltan niños", deploró.
Al termino de su discruso pidió a los presentes como es habitual que rezaran por el, pero esta vez a favor y no en contra.
Aseguró que lo contaba porque ya se lo había dicho una anciana de 87 años que le dijo que siempre rezaba por el y fue ella que le advirtió que le rezan en contra, después tres madres con sus vientres de bebé regalaron al Papa un árbol, símbolo de la vida que nace y crece.
A continuación, todos los niños que estaban en el escenario se colocaron alrededor de Francisco para hacerse un selfie de grupo.
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