Los colibríes, en peligro extinción por ‘culpa’ del amor, San Valentín y la brujería
En un giro sorprendente de eventos que mezcla el amor y la superstición, los colibríes de México se encuentran en un alarmante peligro de extinción debido a prácticas asociadas con rituales de amor en San Valentín. A pesar de ser símbolos de buen augurio y portadores de amor eterno en la cultura popular, estos diminutos seres alados están siendo capturados y utilizados en prácticas de brujería para amarres amorosos, poniendo en riesgo a 39 de las 57 especies que habitan en México, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
México, hogar de hasta 67 especies potenciales de colibríes, se enfrenta a una falta crítica de estudios y medidas de protección para estos polinizadores naturales, cuya existencia es vital no solo para la biodiversidad sino también para la reproducción de muchas especies de plantas. Con características únicas como su capacidad de volar hacia atrás y su importante rol como polinizadores, los colibríes contribuyen significativamente al equilibrio ecológico y a la belleza natural del país.
Expertos como María del Coro Arizmendi y Humberto Berlanga señalan la urgente necesidad de regulación y control efectivo sobre el comercio de estas especies, que si bien actualmente no están todas en peligro de extinción, podrían llegar a estarlo si no se toman medidas adecuadas. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) ya incluye a todas las especies de colibríes en su Apéndice II, requiriendo una reglamentación estricta para su comercio.
“Todas las especies de colibríes se encuentran en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que incluye todas las especies que, si bien en la actualidad no se encuentran necesariamente en peligro de extinción, podrían llegar a esa situación a menos que el comercio de dichas especies esté sujeto a una reglamentación estricta y un control eficaz”, señaló María del Coro en entrevista con El País.
Este San Valentín, mientras muchos celebran el amor con flores y serenatas, la sombra de una práctica que pone en peligro a estos mágicos seres recuerda que el amor verdadero nunca debería costar vidas. El llamado a la conciencia y a la acción se hace eco en México y más allá, en busca de proteger a los colibríes de las garras de la superstición y la ignorancia, preservando así su encanto y su crucial papel en nuestro ecosistema.
