El lunes, la fábrica de baterías de litio Aricell en Corea del Sur se incendió después de que varias baterías explotaran, resultando en la muerte de 23 trabajadores, la mayoría de ellos ciudadanos chinos. El incendio y las explosiones ocurrieron en Hwaseong, al suroeste de Seúl. Las víctimas probablemente murieron por los gases tóxicos en cuestión de segundos.
Aunque no se sabe qué causó las explosiones, el fuego fue controlado en aproximadamente seis horas. Entre los fallecidos había trabajadores chinos, surcoreanos y uno de Laos. El incendio fue reportado por primera vez a las 10:31 de la mañana del lunes.
Incendio en un edificio en Corea del Sur deja víctimas, la mayoría trabajadores extranjeros temporales. Bomberos luchaaron contra las llamas mientras partes del edificio se derrumbaron y explosiones causaron daños. Autoridades piden evitar la contaminación de productos químicos peligrosos en la zona. Presidente de Corea del Sur visita el lugar del accidente
Ariceli se disculpa por el incendio en la fabrica de baterias
El director ejecutivo de Aricell, Park Soon-kwan, se disculpó por el incendio y afirmó que la compañía había seguido todas las medidas de seguridad necesarias. Expresó sus condolencias a los trabajadores fallecidos y pidió disculpas a todos los afectados por el accidente.
"Participaremos conscientemente en la investigación de las autoridades y haremos todo lo posible para determinar la causa del accidente y tomar medidas para evitar que se repita un accidente así", dijo Park a los periodistas en el lugar del incendio. "Pido a los ministerios de Trabajo e Industria y a la Agencia Nacional de Bomberos que realicen una inspección de seguridad urgente y, cuando exista preocupación de que se produzca un accidente, tomen medidas inmediatas".
El director ejecutivo de Aricell afirmó que la empresa siguió los protocolos de seguridad y capacitación, pero la mayoría de los trabajadores eran contratados de una empresa de mano de obra. Un profesor de Prevención de Incendios y Desastres destacó que el fuego se extendió rápidamente, lo que dificultó la salida de los empleados.
"Los materiales de las baterías, como el níquel, son fácilmente inflamables", explicó. "Muchas veces no hay tiempo suficiente para reaccionar, en comparación con un incendio provocado por otros materiales".
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