Tras la muerte del Papa Francisco, el Vaticano publicó su testamento espiritual, escrito en 2022 y guardado en la Secretaría de Estado. Este documento incluye disposiciones sobre su sepultura y refleja su fe, visión pastoral y entrega a Dios.
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Francisco pidió ser enterrado en la Basílica Papal de Santa María la Mayor en Roma, un lugar importante para su pontificado donde oraba a la Virgen María antes y después de cada viaje apostólico. Esta elección refleja su deseo de mantener una conexión espiritual con los fieles y con la tradición mariana durante su tiempo como obispo de Roma. 
"Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por tanto, pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor."
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"Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano, al que acudía en oración al inicio y al final de cada Viaje Apostólico, para encomendar confiadamente mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle sus dóciles y maternales cuidados."
La tumba de Francisco será sencilla, sin mármoles ni adornos, con una inscripción mínima: "Franciscus". Estará ubicada en un nicho entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, en un espacio discreto de una de las basílicas más importantes del catolicismo.
El testamento espiritual del Papa Francisco https://t.co/d1FF0LP6DJ
— News Vaticano 🇻🇦 (@news_vaticano) April 21, 2025
"El sepulcro debe estar en la tierra; sencillo, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus."
El cardenal Rolandas Makrickas se encargará de los detalles de la sepultura del Papa, quien le compartió sus deseos póstumos. Los gastos funerarios serán financiados por un benefactor elegido por el pontífice, en línea con su compromiso con la austeridad personal.
"Los gastos para la preparación de mi entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que he dispuesto, que será transferida a la Basílica Papal de Santa María la Mayor y para la cual he encargado las oportunas instrucciones al Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano."
En su testamento, el Papa agradece a Dios por su vocación sacerdotal y su servicio al Evangelio, sin solicitar homenajes. Ofrece sus sufrimientos recientes por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos, temas centrales de su pontificado.
"Que el Señor dé una merecida recompensa a quienes me han amado y seguirán rezando por mí. El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos."
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