Los habitantes del Multifamiliar Tlalpan, ubicado en Coyoacán, que perdieron sus hogares en el terremoto del 19 de septiembre, ahora enfrentan las bajas temperaturas registradas en la Ciudad de México.
En su campamento, situado al lado de una de las avenidas más transitadas en la capital del país, los damnificados han optado por colocar cobijas sobre sus casas de campaña, para tratar de resguardarse del frío.
Una de ellas es Mariana, cuyo hijo de año y medio, lleva cuatro días enfermo de la tos. Pese a que varios habitantes del campamento, montado sobre unas canchas, han enfermado de gripa, la Secretaría de Salud local no se ha acercado para hacer revisiones médicas ni para surtirles medicamentos.
Las víctimas del multifamiliar, ahora, sólo son visitadas por estudiantes de medicina de la UNAM. Las brigadas de alumnos acuden de forma voluntaria, con el fin de evaluar la salud de los residentes que se quedaron sin casa desde septiembre, pero no les pueden extender recetas médicas para atender sus enfermedades.
Sonia, otra de las damnificadas, consideró que el frío se ha presentado con una intensidad inédita respecto a otros años. Ella es otra de las 60 personas que pasaron de tener un techo y comida caliente, a pernoctar en la intemperie con una sensación térmica de dos grados.