A dos años del inicio de las obras del doble túnel en la delegación Benito Juárez y con una inversión total de 6 mil 500 millones de pesos, el caos vial, la tala de árboles, el ruido y la delincuencia continúan a pesar de que vecinos de las colonias Actipan y Crédito Constructor se han opuesto en repetidas ocasiones a la construcción.
Las avenidas más afectadas son Insurgentes Sur desde la estación de Metrobús Río Churubusco hasta Teatro de los Insurgentes y Eje 8 José María Rico, debido a que los pasos vehiculares y peatonales están colapsados por los montones de escombros, tierra, cascajo, varillas y señalamientos que más que ayudar, estorban en los cruces de personas.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, la propuesta original de este proyecto tenía contemplado crear mayores áreas verdes, privilegiar al peatón e incorporar elementos que garantizaran un acceso más accesible con cruces peatonales seguros y elementos para crear un entorno agradable para los vecinos y visitantes de la zona.
Sin embargo, esto no ha sido así. Sobre el camellón de Río Mixcoac, donde se encuentra una de las entradas del Deprimido, se observan tallos de árboles de grandes proporciones que fueron cortados de tajo, sin que se conozca si hubo una reforestación.
En las 29 manzanas alrededor del túnel se pueden ver coladeras abiertas, pasos inseguros donde las personas tienen que ‘torear’ a los autos, maquinaria pesada sobre las banquetas, y muchos tramos sin terminar pese a que el jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, dijo que en breve la obra será inaugurada.
Cabe mencionar que tra preocupación de los vecinos de la zona es el tema de las inundaciones, debido a que también se está construyendo un cárcamo que resolvería el problema en caso de un encharcamiento, lo cual desmienten los habitantes al señalar que esa zona es muy baja y se recomendó no hacerlo por temor a un desastre.
