La tendencia de usar inteligencia artificial para crear imágenes al estilo del Studio Ghibli ha ganado popularidad global, pero también plantea una preocupación ambiental importante: el alto consumo de agua necesario para generar estas imágenes.
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Se estima que una consulta a ChatGPT consume alrededor de 500 ml de agua. Otro estudio indica que cada imagen generada por IA utiliza entre 2 y 5 litros de agua, debido al enfriamiento de los servidores que procesan los algoritmos de IA, los cuales generan mucho calor.
La popularidad de las imágenes estilo Ghibli ha provocado un uso masivo de herramientas que ha consumido aproximadamente 216 millones de litros de agua en menos de una semana, equivalente al consumo mensual de una pequeña ciudad, destacando así su impacto ambiental.
La creación de imágenes al estilo Ghibli usando IA ha causado un revuelo en la comunidad artística. Muchos ilustradores están preocupados porque sienten que esto devalúa el trabajo creativo de las personas y afecta al arte tradicional. De hecho, Hayao Miyazaki, uno de los fundadores de Studio Ghibli, ya había expresado su desacuerdo con la animación hecha por IA desde 2016. "un insulto a la vida misma".
La IA puede replicar estilos artísticos, como el de Ghibli, lo que genera preocupaciones sobre derechos de autor, ya que la ley protege más las expresiones que los estilos. Además, crear imágenes al estilo Ghibli tiene implicaciones ambientales y éticas, por lo que es importante que usuarios y desarrolladores reconozcan su impacto y busquen métodos más sostenibles.
