Alrededor de 16 millones de mexiquenses atestiguaron el primer debate de los candidatos a la gubernatura del Estado de México, el cual dejó un mal sabor de boca, pues los contendientes dedicaron más tiempo en atacarse y defender su ‘reputación’, que en proponer verdaderas soluciones a problemáticas sociales.
En el encuentro organizado por el Instituto Electoral del Estado de México, Alfredo Del Mazo, candidato del PRI, fue el personaje más 'atacado' de la noche, principalmente por su parentesco con Enrique Peña Nieto, presidente de México.
Asimismo, Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Delfina Gómez, de Morena, intercambiaron acusaciones de corrupción y cuestionaron los gobiernos priístas, que en esta entidad siempre han estado en el poder.
Por su parte, Juan Zepeda, candidato del PRD, prometió reducir la delincuencia a la mitad en sus primeros cuatro años de gobierno.
Teresa Castell, aspirante independiente, pidió a los votantes castigar a los partidos políticos en los sufragios del próximo 4 de junio.
Los seis aspirantes reconocieron que la seguridad es uno de los temas que requieren mayor atención y se comprometieron a implementar medidas para reducir asaltos en transporte público, así como atender la problemática de los feminicidios.