Joshúa Maya
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Se pinta de verde
El jueves se disputó el Juego 1 de Las Finales en la NBA, un partido carente de cualquier lógica, Stephen Curry inició con la mano caliente el encuentro, anotó 6 triples en sólo el primer cuarto, todo parecía que sería un festín de puntos para los Warriors, que le darían a la ciudad de San Francisco su primera victoria en la historia de la ciudad en una Final de NBA.
Sin embargo, los Celtics ajustaron rápido, sacaron por completo a Curry en el segundo cuarto, que se fue sin puntos. Boston se fue al descanso con ventaja de dos, misma que se esfumaría muy rápido en el tercer periodo, cuando los Warrriors llegaron a tener ventaja de 15 puntos con dos minutos por jugar en el tercero y después... la debacle de nuevo de los locales.
En el cuarto periodo los irlandeses vencieron 40-16 a los Warriors, equipo cuya fortaleza ha sido siempre cerrar los partidos bajo el mando de Steve Kerr, que, dicho sea de paso, tenía marca de 21-2 en los partidos número uno de cualquier serie de Playoffs desde que llegó en 2015 a la franquicia, una locura de juego. Independientemente de los 15 puntos de diferencia al final, fue una montaña rusa que al final se pintó de verde.
Esta victoria le significa a los Celtics tomar la ventaja de la localía. Si ganaran los 3 partidos que jugarán en casa se coronarían campeones por decimoctava vez en la historia. Se convertirían en los máximos ganadores de la NBA, superando por uno a los Lakers. Boston hoy es favorito para ganar las finales, tras la gran victoria en el encuentro incial.
Veamos lo que tuvieron que atravesar los Celtics para instalarse en la final, pese a haber terminado como sembrado #2 en la Conferencia del Este. Primero dieron cuenta, y por barrida, de los Nets de Brooklyn, con Durant y Kyrie, después dejaron en el camino a los Milwaukee Bucks, hasta ese momento campeones reinantes de la Liga, y tuvieron que ganar el juego 6 a domicilio en Milwaukee para cerrar la serie en 7 en su casa.
Finalmente, dieron cuenta del Heat en 7 juegos, ganando el séptimo y definitivo de visitante contra el mejor equipo del sector en temporada regular. Este año en particular, nada común últimamente, la Conferencia del Este fue la que tuvo a los equipos de mayor nivel en la Liga.
Del otro lado, los Warriors se instalaron en su sexta final en ocho años, venciendo en Primera Ronda a los Nuggets, que sólo tienen a Jokic y nadie más, después dejaron en el camino a los Grizzlies, que perdieron a Ja Morant a la mitad del camino, y finalmente a unos sorprendentes, sí, Dallas Mavericks, que Luka los había llevado a un paso de la Final, pero que toda la carga hizo que se le acabe rápido la gasolina y la serie terminó en 5 partidos.
Los Celtics son la mejor defensa de la Liga, el equipo que llega en mejor momento a la Final, que ha sabido sobrepasar a cualquier rival y en cualquier circunstancia. Los Warriors podrán ser lo que quieran, pero estos célticos tienen un roster mucho más talentoso y en mejor momento, aunque, sobre todo, tienen a jugadores que te pueden hacer daño en los dos lados de la duela, ofendiendo cuando lo tienen que hacer y defendiendo cuando es necesario.
Los Warriors carecen de jugadores que hagan la doble labor. Curry podrá ser un dios, pero a la hora de defender es un ser humano como cualquiera. Dreymond podrá ser buen defensor, pero ya ni siquiera se anima a tirar al aro. Klay ya no es el mismo que fue antes de su lesión.
La serie la ganarán los Celtics en 6 juegos máximo, aunque eso sí, el día de mañana los Warriors deberán igualar la rivalidad antes de viajar a Boston, de lo contrario, esto podría definirse mucho antes.
