Más allá de estos experimentos de una selección amorfa, desperdiciando de nueva cuenta una Fecha FIFA, aguantando caprichos de futbolistas que hacen lo que se les pega la gana y algunos detalles como aceptar jugar en un campo como el de los Vaqueros de Dallas que es un reverendo potrero, la Selección Mexicana debe asumir de una buena vez quién va a hacer el entrenador nacional.
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Contradicciones continuas que asoman la falta de contundencia en la negociaciones de los federativos mexicanos. Por un lado, Santiago Baños declara públicamente que las negociaciones están en ‘stand by’ por estos partidos, otroramente llamados ‘moleros’ por Ferretti, y por el otro llegan noticias de directivos del Sao Paulo molestos porque siguen negociando con el colombiano Juan Carlos Osorio.
¿Cuál es el verdadero plan de la Federación Mexicana de Futbol? ¿Por qué no explicarlo públicamente? Especulaciones seguirán existiendo mientras no expliquen qué pasa en realidad. De la impresión que Ricardo Ferretti gane a Estados Unidos para ofrecerle la continuidad en el equipo, pero también dan a entender que por falta de capacidad para negociar aún no tienen al sucesor de Miguel Herrera.
El rival de esta noche pondrá en su realidad a la Selección Nacional, eso no es malo, al contrario. Saber con exactitud cuál es el nivel competitivo es algo que necesitan saber los directivos, los futuros candidatos y el público al futbol. Dejar atrás la barata idea que la Selección Mexicana es una potencia futbolística y que quienes venden humo, dejen de hacerlo ya. Argentina es el sinodal más serio al que han enfrentado desde aquel ya lejano partido contra Holanda en la Copa del Mundo. Claro que el ritmo e intensidad no serán iguales a lo mostrado por el equipo de Martino en Brasil o en la pasada Copa América, pero sin duda debe poner al futbol mexicano en su realidad.
Urge que definan quién será el entrenador nacional. Si quieren que continúe Ferretti, pues que lo hagan público. Si quieren a Vucetich, que ya lo nombren y si el deseo está en el extranjero, que sean certeros y precisos en la negociación, en fin, por dinero no es problema.
Eso sí, quien llegue deberá poner orden, establecer parámetros disciplinarios distintos a los vividos hasta ahora y las convocatorias no deben hacerse por los entrenadores de los clubes, sino por el entrenador nacional. Permisos absurdos y anarquía deben ser erradicados de tajo, no se trascenderá nunca mientras no se tome en serio a este producto tan lucrativo y pasional que es el equipo mexicano. No se debe tolerar hacer entrenamientos con ocho jugadores del Dallas FC porque no hay equipo completo como pasó el domingo o como en la semana pasada, que el ‘Chima’ Ruiz tuvo que jugar un interescuadras porque simplemente no había con quién hacerlo.
La justa dimensión de un equipo devaluado, que en este año enfrentó a 13 rivales de Concacaf y solamente ganó cinco, empató siete y perdió uno. Eso no es dominar la zona, esos números sólo demuestran el bajón futbolístico que tiene este seleccionado, la gran generación que no ha podido ganar nada hasta ahora.
Dallas esta noche será mexicana, otra fiesta, más deleite para paisanos, pero muy lejano a ver al verdadero equipo nacional mexicano.