La semana pasada se presentaron una buena cantidad de declaraciones: exárbitros y miembros de la Comisión salieron a hablar; algunos lo hicieron bien, y otros para cuidar su chamba.
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En mi opinión, Fabricio Morales ganó la contienda: salió y destapó la cloaca que es el arbitraje. Compadrazgos, grupos de poder, árbitros favorecidos, algunos que no hacen pruebas físicas y dirigen, pago de favores, y la famosa asociación que no sirve para nada, pues sólo beneficia a un sector de árbitros; lógico, a los allegados al grupo que llevó a Edgardo Codesal.
Tache para Erim Ramírez; me hubiera gustado escuchar su declaración cuando estaba activo y regresar una designación cuando le exigieron que cuidara a ciertos equipos o jugadores; se vio mal y sus declaraciones quedaron en el olvido como su mediocre carrera.
El que no sabemos de cuál fumo fue Edgardo Codesal: ¿de dónde saco que el promedio de calificaciones del torneo es de 9.4?; es más, ningún trabajo arbitral llega a ese promedio. Lamentablemente de aquel brillante instructor no queda nada, y ahora falseando información trata de conservar su trabajo. Es notable que no hay visorias y asesores de alto nivel; ya me imagino la manipulación de las calificaciones en las asesorías, por eso están en caída libre.
Héctor González Iñárritu, sin idea: su nuevo proyecto de poner a un asesor con un monitor y comunicación directa con los árbitros está prohibido por la FIFA; para hacerlo tendría que solicitar autorización, ya que reglamentariamente no está permitida la intervención externa en decisiones arbitrales; de hacerlo sin permiso, la FMF se metería en serios problemas y sanciones severas; se nota que no se informan.
También que nos diga de dónde sacará asesores de jerarquía para realizar este trabajo; hay que imaginarnos el escándalo que se va a crear; afortunadamente esto no pasará, se los aseguro.
Hay que recordar que esta situación ya se venía efectuando, sólo que lo quieren oficializar y hacerlo más tecnológico. Recordar cómo llegaban las llamadas telefónicas al vestidor arbitral, a los comisarios que sirven para pasar información a los árbitros cuando están en cancha o en el vestidor; por favor, no están haciendo algo que mejore o beneficie a los árbitros y muchos menos a los equipos participantes en Primera División.