¿Cuáles fueron los tres detonantes para la salida de Míchel?

David Medrano

David Medrano

David Medrano

David Medrano
| 24 Jul, 2020

SIN SOLUCIÓN

Las diferencias con Chucho Ramírez, la posibilidad de que más adelante pueda ir a la MLS y los problemas económicos que tiene el plantel generaron que Míchel decidiera presentar su renuncia como técnico de Pumas a unos días de iniciar el torneo.

La directiva le había dado el respaldo quitando a jugadores que no quería en el plantel, a pesar de que en algunas no estaba de acuerdo Chucho Ramírez en su carácter de director deportivo.

La relación entre el entrenador y el dirigente no era la mejor, sin embargo, Chucho respaldó al timonel, por ello sorprendió a los universitarios la salida del español. En la parte económica Míchel había aceptado la reducción de su salario, aunque solicitó que solucionaron el caso de los jugadores, ya que en el plantel hay mucha molestia por las reducciones.

VESTIDOR FRACTURADO

La forma de ser de Míchel le generó algunos problemas de vestidor. El primer gran choque fue con David Cabrera, a quien mandó a entrenar con la Sub 20, generando malestar de algunos jugadores, inclusive en su momento el “Pollo” Saldívar habló con el estratega en defensa del zurdo Cabrera.

El siguiente episodio fue con el propio guardameta, al grado de que puso como condición la salida del cancerbero y manifestó que estaba dispuesto a jugársela con jóvenes si es que no llegaba Talavera; lo mismo pasó con Víctor Malcorra que fue mandado al Atlas.

 El caso más reciente sucedió con Alan Mozo, quien reporto a la pretemporada con algunos kilos de más y el entrenador le dijo que esas cosas son imperdonables en un profesional y le puso la cruz. Todas estas situaciones, aunadas al tema económico, llevaron a Míchel a tomar la decisión de dar un paso al costado a unos días de arrancar el torneo.

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PARA ADELANTE

El miércoles por la noche dentro del mundo de dirigentes del futbol mexicano se trató la posibilidad de suspender o posponer el inicio del torneo ante la situación, sin embargo, acordaron darle para adelante, toda vez que no hay ninguna certeza que que en dos o tres semanas el escenario pueda cambiar.

Se acordó tomar más tiempo para que la entrega de los resultados de las pruebas PCR no los tome con los dedos contra la puerta, como fue el caso de Bravos y Mazatlán.

Los dirigentes de clubes y de la Liga están conscientes de que este escenario de reprogramar partidos se puede dar con frecuencia en el torneo. Un caso que preocupa es la fecha 4 que es doble y se jugará a media semana, ya que ahí no habrá tiempo entre un juego y otro para que los jugadores se hagan las pruebas y se tengan los resultados antes del encuentro ya que solamente habrá tres días entre un partido y otro.