Juego mental

Christian Martinoli

Christian Martinoli

Christian Martinoli

CHRISTIAN MARTINOLI
| 23 Sep, 2021

Vucetich se fue de Chivas cuando llevaba cuatro partidos sin perder, pero las sensaciones no eran buenas para la mayoría en la grada, y desde el palco se animaron a quitarlo cuando parecía normal que lo aguantaran el resto del torneo. Muchos en todos los frentes se sintieron aliviados.

Está más que claro que Víctor Manuel no pudo hacerse fuerte dentro un vestuario que desde hace rato devora entrenadores. Peculiar es dirigir a Chivas por sus políticas históricas que muy pocos equipos en el mundo se atreven a implementar. Romántica y válida postura la de darle cabida a sólo jugadores nacionales que en esta época ya no siempre podrán ser los mejores disponibles con pasaporte mexicano, por los precios y porque algunos emigran a otras Ligas.

Postura perfecta para hacerse el "segundo" equipo de muchos y el primero en casi la mitad del país. Fórmula bipolar que sirve de perfecto bálsamo para todo dentro del folklore nacional de los medios de comunicación y parte de los aficionados. Porque cuando se gana, "vieron y sólo con mexicanos" y cuando se pierde "bueno, es que sólo juegan mexicanos". Pretextos, se tiene o no calidad sin importar banderas, ni edades, punto. Lo demás es verso para polemizar en un bar.

El otrora Rey Midas del futbol nacional, no pudo con el paquete que representa, ya no hacer campeón al Rebaño, sino hacerlo competitivo y serio. Un cuadro que antes de la pandemia invirtió un dineral en lo que hoy vemos como una escuadra desbalanceada por todos lados.

No tiene portero fijo, ni seguro. Sus laterales envejecen y no hay recambio natural, mientras que los centrales, la mayoría de los que se han probado, son medianos a todas luces.

Lo mejor de este club está de mediocampo hacia adelante con nombres propios que nutren continuamente a la Selección Nacional o que incluso supieron traer el bronce de Japón. Sin embargo, son jugadores que en Selección lucen más y mejor que en su club y Chivas no está para ser plato de segunda mesa jamás.

Internamente la disciplina que tanto le gustaría tener a Ricardo Peláez como cabeza de proyecto, no parece ser permeable en la mayoría del plantel, demás está hablar de esos temas que los mismos protagonistas comparten en sus redes sociales, después cuando debe haber consecuencias a ciertos actos que el club dictamina como inválidos a los intereses de la institución o que se asumen como distractores mentales y futbolísticos, muchos, y pasa en todos los países, se escudan es que son gente joven que merece disfrutar y vivir.

Cierto es, pero el profesionalismo tiene algunas obligaciones implícitas en los contratos que se firman y ahí que cada quien ponga su barba a remojar.

El asunto es Guadalajara al notar que Vucetich se quedó en el tiempo en formatos de entrenamiento y que no pudo controlar al vestuario, optaron por sacarlo porque aunque se sumaba, esto no llenaba a nadie.

Mientras se busca entrenador, Leaño, deberá aprovechar el golpe anímico natural que genera la salida de un DT que ya no convencía dentro de las cuatro paredes de Verde Valle y querrá dar un golpe psicológico en sus dirigidos justo ahora que se viene el clásico contra América.

Vaya paradoja, porque con la racha de resultados, pero sin forma que acumulaba Chivas, quizá sonaría precipitado que antes del juego más importante de la temporada regular busquen cambiar, sin embargo da la impresión que es todo lo contrario porque si el cuadro de Coapa no se asomará en esta fecha, probablemente Vucetich con la mitad del certamen por delante en zona de Reclasificación y con ocho de 12 puntos acumulados en los últimos juegos, no se habría ido.

Cuestión de timing, de refrescar ideas, vaya, un juego mental que pueda impulsar a este equipo de cara al futuro si logran ganarle al equipo de Solari con un DT que no sea de la vieja guardia. Una apuesta más.

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