El nuevo estadio de los Diablos Rojos del México promete estar a la altura de la MLB; por ello, será sede de juegos de pretemporada y temporada regular en 2020, aseguró Othón Díaz, presidente ejecutivo de la novena escarlata.
“En una palabra describo el nuevo estadio como impactante. (El martes) vino la gente de Grandes Ligas, estuvo Dan Halem (Comisionado Adjunto), Rodrigo Fernández, que es el encargado de la MLB en México, y ellos dijeron que por supuesto (está al nivel de MLB).
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“Hay algunos proyectos que van a regresar con el señor Comisionado de MLB y que nos harán un planteamiento muy pronto. Por supuesto considerándonos para que el estadio se utilice el año que entra tanto en pretemporada como en partidos oficiales”, mencionó Díaz.
La gente de MLB que visitó la nueva casa de los Pingos, mencionó el directivo, destacó la arquitectura del inmueble que conjunta al México Prehispánico y el México moderno.
“Jorge Pérez (vicepresidente senior y consejero especial de MLB) ha visitado muchísimos estadios de todo el mundo y habló de la arquitectura, conjugar la modernidad con temas como las Pirámides, hay puntos como la barda perimetral en una zona que son obras de arte del pintor juchiteco Francisco Toledo, el que haya tantas cosas que ver, que disfrutar, percibir desde aromas, colores, formas, es algo extraordinario”, consideró Díaz.
La fiesta de inauguración de la nueva casa de los Diablos, que se planea para marzo, promete ser un show increíble.
“Tiene que ser en marzo. Hay muchas cosas que nosotros estamos en espera de que nos dé luz verde el señor presidente (Alfredo Harp Helú) y de ahí nosotros detonaremos inmediatamente una serie de noticias que serán muy agradables para la afición, para la Ciudad y que van a hacer del beisbol México un detonante para que hayan más aficionados y que la Ciudad se involucre y realmente esto pueda tener una plataforma para un crecimiento de ahora en adelante”, enfatizó.
En marzo de 2016 fue la última vez que las Grandes Ligas estuvieron en la Ciudad de México, tras una ausencia de 11 años, con la serie entre Astros de Houston y los Padres de San Diego en el Estadio Fray Nano, que fue fungió como sede de Diablos mientras se edificaba su nueva casa.
