Corría la tercera entrada del duelo entre Orioles y Mariners en T-Mobile Park cuando un wild pitch con dos outs en la pizarra llevó a Sam Haggerty safe a la inicial. Así fue como se ensució el posible juego perfecto de John Means, quien lanzó el primer juego sin hits de su carrera en la victoria por 6-0 sobre Seattle para romper un maleficio de 52 años sin que la novena de Baltimore tuviera un no-hitter individual en el beisbol de las Grandes Ligas.
El serpentinero de 28 años ponchó a 12 bateadores en 113 lanzamientos para registrar el tercer juego sin hits de la temporada de MLB después de Joe Musgrove de Padres el 9 de abril y Carlos Rodon de White Sox el 14 de abril, pero quedó imposibilitado de ser el primero considerado perfecto cuando Haggerty llegó a la base con un tercer strike caído en la tercera entrada.
El juego sin hits fue el primero para Baltimore desde el 13 de julio de 1991, cuando cuatro lanzadores se combinaron para sin hits a los Athletics, mientras que el último lanzador de los Orioles en lanzar un juego sin hits antes de Means fue Jim Palmer el 16 de agosto de 1969 en una victoria de 8-0 sobre Oakland y se trata del décimo en la historia de Baltimore, que dejó de ser el equipo con la racha más larga sin uno para cederla a los Pirates, que desde que lo hiciera John Candelaria en 1976, no tienen un no-hitter.
Means se convirtió en el primer lanzador en tirar un no-hitter que no fue juego perfecto donde el equipo contrario no tomó boletos, ni recibió pelotazos ni se embasaron por error, mientras que su equipo cometió cero errores. Historia pura para el zurdo que no fue reclutado por ningún programa de beisbol universitario y que los Orioles seleccionaron en la lejana ronda 11 del Draft del 2014, como el número 331 en total.